¿Sabes, cuando vives una situación difícil, angustiante y que te incomoda?
¿Cuándo no sabes qué decir, qué hacer o cómo proceder para que el dolor pase o al menos disminuya?
¡Pues voy a contarte lo que he descubierto, por experiencia propia!
En primer lugar, observa la situación entera y, sobre todo, observa tus comportamientos y a ti mismo.
¿Te has equivocado?
¡Intenta la reparación y, de todas formas, pide disculpas!
¿Has dicho o hecho lo que no debías?
Explícate, sé sincero, no intentes ocultar tu equivocación o fingir que no ha pasado nada…
Da por válido el dolor del otro, siempre.
¿Está difícil conseguir una nueva oportunidad?
Dale un tiempo.
Espera…
A veces, algunas noches bien dormidas y algunos días sin la imposición de tu presencia o la insistencia de tus tentativas son determinantes para el rescate de los sentimientos buenos y para poder reconquistar un corazón.
¿Finalmente, has hecho todo esto y no ha salido bien?
¿No ha rodado?
La persona incluso te perdona, pero ¡
¿la masa se ha pasado, la historia se ha perdido, los deseos se han enfriado?!?
¿Te sientes disconforme, aplastado por el arrepentimiento, aturdido por la tristeza de lo que podría haber sido y no fue?
¿Tienes la sensación de que lo has estropeado todo?
¿Ya no sabes qué hacer para que cese el dolor?
Créeme, solo hay una manera: ¡suelta!
¡El dolor es consecuencia de un apego inútil!
Deja ir… Deja rodar…
Si has hecho ya lo que podías hacer, lo has intentado y no fue posible, confía en la vida, confía en el Universo y sigue adelante.
¡Deja de lamentarte, deja de debatirte y de perderte cada vez más, y ten la certeza absoluta de que lo que tenga que ser, será!
Cuando esa certeza llega, es impresionante: ¡simplemente te relajas y sueltas!
Y cuando sueltas, el dolor empieza a disminuir, y se empieza a comprender que todo está en lo cierto, aun cuando no tenemos la menor idea de cuál cierto es ese.
¡Pero cuando menos lo esperamos, todo se vuelve absolutamente claro!
¡No se trata de desistir, sino de confiar!
¡A esto se llama FE!
Esto es lo que deseo para mí y para ti, cuando algo esté doliendo en nosotros…
INAIA LIRIA VASCONCELOS
sábado, 21 de março de 2009
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